Contexto. La casa azul.

Cuenca, 2016.

Acción colectiva durante dos semanas en la Casa de la familia Mendoza, en Cuenca.

Todas las intervenciones debían guardar relación con la propia casa que albergaría, finalmente, la exposición colectiva.

Mi intervención consiste en el registro de pequeños errores o accidentes de la casa, como grietas y desconchados mediante figuras de pasta de papel, frottages y fotografía.

Trato de imitar los colores de pintura que se encuentran en el interior de la casa: en puertas, escaleras o balcones; mediante la elaboración de mezclas con oleo que, finalmente, se introducen en pequeños tarros a modo de recuerdo o totem de la casa.

También, la recogida de pequeños objetos y rastros de la acción humana en la casa, deshabitada actualmente, como colillas, trozos de pegamento, pegatinas ya despegadas, etc… que posteriormente se introducen en tarros para generar souvenirs de la casa que, de esta manera, se asemeja a los edificios turísticos y monumentos que dan fama a la ciudad, declarada Patrimonio de la Humanidad, a tan solo unas calles de distancia.